Sabrina Sabrok, una pornstar argentina muy polémica


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Hay personas que parecen destinadas a conseguir la fama y llegar lejos en sus respectivos campos. Como si hubieran nacido para ser populares y ser reconocidas en todo el mundo, por tener algo. Una habilidad, un don, mucho carisma… ¿Qué es lo que se necesita, en realidad, para convertirse en alguien popular? Dependerá del tipo de trabajo que hagamos, o de aquello por lo que queramos ser reconocidos. Porque tal vez Messi, Gustavo Cerati y Ted Bundy sean tres personas muy populares en todo el mundo, pero por motivos muy diferentes. Hay gente que no duda en hacer cualquier cosa para llegar a conseguir esa fama, ya sea por el dinero, por el morbo o sencillamente, por la satisfacción de ser reconocidos. Muchos afirman que esa sensación es como una droga que puede llegar a nublar el juicio. Todo el mundo sabe quién eres, todos te tratan de una forma especial, pero eso no duda siempre.

Estar ahí arriba, en el centro de los focos, tampoco es algo precisamente sencillo. Muchos intentan compaginar ese trabajo que les ha hecho famosos con una vida privada discreta, pero en muchas ocasiones es imposible. Las celebridades televisivas, por ejemplo, tienen que vivir muchas veces de las exclusivas en este tipo de programas, o en revistas, para poder sacar dinero de sus propias vidas. Una línea peligrosa que algunos no dudan en cruzar para seguir dando que hablar y estar de actualidad. En otros casos, el arrollador talento y el carisma de una persona son suficientes para mantenerla en lo más alto, reconocida por todo el mundo. El caso de Sabrina Sabrok es realmente especial, puesto que esta argentina de nacimiento ha logrado, con perseverancia y sensualidad, convertirse en todo un mito. Cantante de rock, presentadora, modelo, pornstar, empresaria… Las facetas de Sabrok son casi infinitas, y está claro que chica sigue teniendo mucho que ofrecer, treinta años después de comenzar su carrera en la televisión. A caballo entre México y Argentina, esta exuberante modelo es hoy en día popular en todo el mundo por sus múltiples facetas… y por supuesto, también por sus imponentes pechos.

Su vida en Argentina

Sabrina Sabrok nació en Buenos Aires en 1971, con el nombre de Lorena Colotta Sabrok. Desde muy joven tuvo claro que el arte era su verdadera pasión, realizando estudios de canto, baile y música en una escuela de la capital argentina. De hecho, se licenció como profesora de música y estuvo, desde muy joven, dando clases por unos años en varias escuelas de la zona. Lorena ya destacaba por su sensualidad en aquella época, aunque es cierto que todavía estaba lejos de convertirse en la Sabrina que todos conocemos. Aquello llegaría más tarde, cuando aterrizase en México en 2001, para trabajar en Televisa. La chica hizo sus pinitos en algunos programas de televisión en la Argentina previamente, apareciendo incluso en algunos pequeños papeles en telenovelas. Estudió arte dramático y aprovechó su formación para lanzar también una banda de metal llamada Primeras Impresiones.

Cantante de metal y modelo erótica

Sus apariciones en algunas series y comedias argentinas empezaron a llamar la atención a mediados de los 90, cuando la chica ya contaba con unos grandes implantes mamarios. Sin duda aquello la hacía destacar por encima del resto de modelos, aunque no eran solo los pechos. Sabrina tenía un carisma especial, una forma diferente de moverse, de sonreír a cámara, de desenvolverse en este tipo de espectáculos. Comenzó también por aquella época a realizar algunas sesiones como modelo erótica, pero el cambio más grande llegó cuando fundó su banda musical, Primeras Impresiones. Se trataba de uno de los primeros conjuntos de Nu Metal de Argentina, un grupo que lanzó su primer disco en 1996 llamando mucho la atención por el estilo que llevaban.

Sabrina se convirtió en una frontwoman espectacular y muy llamativa, y el grupo tuvo un rápido ascenso dentro del estilo. Tanto es así que incluso llegaron a telonear al mismísimo Marilyn Manson en un concierto de 1997 en Buenos Aires. La banda siguió lanzando canciones y girando no solo por el país, sino por toda Latinoamérica. En una de esas giras, el conjunto tocó en varias ciudades de México, país del que Sabrina quedó fascinada. La joven volvería en 2001 para empezar a trabajar en la televisión azteca, donde encontraría también un hueco como conductora de programas, mientras desarrollaba igualmente su faceta musical. México terminaría siendo el país que la lanzara definitivamente a la fama, gracias a esas apariciones televisivas, y a su constante atención hacia una chica que parecía dispuesta a todo por la fama.

Su fama en México

En aquellos tiempos Sabrina ya se había sometido a numerosas operaciones de cirugía estética, siendo las más llamativas las de aumento de pecho. La joven argentina soñaba con tener el busto más grande de todo el mundo, y así lo mostraba en revistas como Playboy, que la tuvo en portada en un par de ocasiones. Mientras su carrera como modelo y conductora seguía adelante, Sabrina decidió abandonar Primeras Impresiones para centrarse en su carrera como solista. Seguramente el punto de inflexión en su fama a nivel internacional fue su participación en el programa de telerrealidad Big Brother VIP, en la edición mexicana. Sabrina compartió casa durante varias semanas con distintas personalidades mexicanas, y fue una de las concursantes más populares para el público.

A pesar de todas las polémicas que suscitó dentro del programa, mostrándose sexualmente muy activa y peleándose con sus compañeros, el público siempre la salvaba. Una vez terminó el programa, Sabrina tuvo su propio programa espacio musical en Telehit, y tres años más tarde participaría en la versión mexicana de Bailando por Un Sueño. Llegados a este punto, la argentina ya era toda una celebridad no solo en México, sino en todo el mundo, gracias a Internet y a las sesiones más eróticas y ardientes que corrían por la red como la pólvora. Durante años, sus fans le pidieron que se introdujera directamente en la industria del porno y el erotismo. La chica se lo pensó bastante, pero decidió comenzar a hacer shows en vivo, por su cuenta, en algunas concentraciones y festivales eróticos. Fue su paso previo a grabar algunas escenas.

Dentro del mundo del porno

Con su carrera musical ya en un segundo plano y sus apariciones televisivas contadas, Sabrok entendió que debía darle un giro a su vida si quería seguir contando para los fans. Su incursión en el mundo porno comenzó con algunos vídeos en los que aparecía sola, desnudándose o masturbándose. Sin embargo, a mediados de la década pasada la ya MILF decidió ponerse delante de las cámaras a realizar escenas más explícitas, tanto con chicos como con chicas. El sadomasoquismo ha sido desde entonces uno de sus fetiches habituales, y si bien es cierto que no ha sido tan prolija en escenas como otras pornstar, las que nos ha dejado son increíbles. Sabrok ha trabajado mucho en México, pero también en Argentina, donde se la considera toda una celebridad. Es actualmente una de las modelos con los pechos más grandes del mundo, y lo sabe llevar orgullosa, dándole a sus fans lo que ellos necesitan.